Mi primer impulsó fue llamar a este blog "El espejo transparente".
Mi primer impulso siempre es una mierda, sin excepción. No soy muy intuitiva que digamos. ¡Mentira! Sí lo soy, al principio me dejo ir y siempre la cago, pero si me paro dos segundos rara vez me equivoco. Y sí, estoy de acuerdo, "El espejo transparente" es un nombre espantoso para un blog por mil motivos que os podéis imaginar. Mucho mejor "Los flamenquines de Córdoba", que es un nombre estupendo. Está mal que yo misma lo diga, pero es que es así. Un nombre estupendo, sí señora.
Va por Inés que me ha dado mucha envidia con su blog tan bonito. Tanta envidia que he querido hacerle la competencia.
Envidia sana. Competencia limpia. Ese tipo de cosas. Juego sucio.
Ya te lo digo yo, los flamenquines de Córdoba es mucho mejor nombre que "El espejo transparente", sobretodo porque donde se ponga un flamenquín un domingo por la mañana que se quite todo espejo con el reflejo de una noche de farra.
ResponderEliminarEnvidia sana y juego sucio... ay, que nos conocemos.
Me alegro de tenerte por aquí.
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